El programa de Promoción a la Autonomía promueve un estilo de vida activo y saludable para jóvenes en transición a la vida adulta y adultos con Diversidad Funcional (Discapacidad Cognitiva) causada por enfermedades como TEA (Trastorno del Espectro Autista), TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo), Enfermedad Mitocondrial, Parálisis Cerebral, Déficit de Atención, Trastornos del aprendizaje, Déficit Psicomotor, Hiperactividad o Trastorno del Lenguaje.
Este programa desarrolla actividades lúdicas y deportivas en las que tanto usuarios como monitores participan de manera grupal, fomentando el trabajo en equipo, el sentido de pertenencia a un grupo y las relaciones interpersonales, además de combatir el sedentarismo que sufre este colectivo, favoreciendo hábitos de vida saludables. La autonomía se desarrolla durante la realización de las actividades, mediante la comunicación, la comprensión, los turnos de espera, al igual que con tareas como la realización de pedidos o normas de circulación en la vía pública.
Por otro lado, el programa también refuerza las habilidades sociales, la autodeterminación y la responsabilidad de los participantes, potenciando actitudes y valores que ayuden a mejorar su calidad de vida, disminuyendo las conductas disruptivas, además de ofrecer a las familias de los usuarios un espacio de respiro familiar.
Las actividades se realizan cinco días a la semana en un grupo reducido para poder ofrecer una atención personalizada a los participantes, generando a la vez una amistad entre todos sus miembros, incluidos los monitores. Estas actividades están adaptadas, y se escogen en función de sus gustos. En el caso de que no sean actividades adaptadas, los monitores se encargan de adaptarlas, apoyándolos durante su desarrollo y realizando un seguimiento de este.